Muchas veces hacemos o dejamos de hacer o decir algo por miedo a ser rechazados. Preferimos permanecer en una “zona de confort” que obviamente es inconfortable, en lugar de arriesgarnos a que nos den una respuesta distinta a la que queremos. Este miedo al rechazo se puede manifestar en cualquier ámbito, en el personal, en el profesional, en el familiar, etcétera.
¿Cuántas veces no te has privado de hacer algo por miedo al "qué dirá(n)"?
Ese miedo al "qué dirá(n)" es en realidad miedo a ser rechazado. Miedo a que cierto grupo o persona te juzgue o critique por lo que haces, dices, piensas o sientes.
Hay personas que saben lidiar mejor con el rechazo que otras. Hay personas que han logrado que eso no les afecte, y eso tiene una razón de ser: Se aman y se aceptan totalmente a sí mismas; por lo que no necesitan que nadie afuera las reafirme.
¿Qué pasaría si te atrevieras a realizar eso de lo que tienes miedo a que te critiquen y resulta que sale bien? ¿Y si supieras que aún saliendo distinto a lo que deseas, esa experiencia te ayudará a crecer?
Tiempo de confrontar…
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