Vivir la espiritualidad es reconocer y comprender tus emociones y pensamientos, la vibración que generan, y cómo se proyecta a tu mundo exterior.
Según sean tus emociones, será tu visión de las cosas. Esta perspectiva influirá en cómo vives la espiritualidad, cómo te descubres, conoces y recorres tu camino hacia el despertar de tu consciencia.
Espiritualidad y emociones
En tu búsqueda espiritual, en tu experimentar para descubrir tu misión en esta vida, tus emociones pueden estar influidas por el ego.
El deseo, el apego excesivo, la deshonestidad contigo y con lo que te rodea, el miedo y la culpa, que surgen del ego, afectan tu espiritualidad.
Por el contrario, el amor, la confianza y el respeto que tienes por ti misma, y el conocimiento de tu interior que logres cultivar día a día, te ayudarán a crecer espiritualmente.
Las emociones son necesarias para el crecimiento de tu espiritualidad
Sin embargo, no es cuestión de rechazar ninguna de estas emociones, las consideradas negativas y las calificadas como positivas.
Aceptar lo que sientes es parte de tu crecimiento, del autoconocimiento y el descubrimiento de quién eres y tu misión en este mundo terrenal.
Las emociones cambian todo el tiempo, las vivimos todas, y ninguna es definitiva.
Aquello que estás sintiendo es lo que necesitas en tu proceso espiritual para empezar a ser consciente, trascender y conectar con tu esencia.
Vivir una espiritualidad emocionalmente sana es experimentar, aceptar y dejar fluir tus emociones. Esto te ayudará a entender quién eres y qué viniste a entregar en este plano.
Espiritualidad es propósito aquí y ahora
Así como aceptas tus emociones en tu camino espiritual, también debes aceptar el mundo en toda su complejidad, con sus cosas buenas y no tan buenas.
De eso también se trata la espiritualidad, de acoger con amor y darle valor al todo, no solo a algunas partes de la vida, las que más te gusten.
No eres más espiritual por criticar y juzgar, eres espiritual cuando buscas lo que hay en ti y conectas tus emociones con el mundo que te rodea, asumiéndolo con todas sus supuestas imperfecciones, encontrándole sentido, significado y propósito aquí y ahora.
Todos experimentamos la espiritualidad
La espiritualidad se conecta con tu ser, con tu esencia, no con tu sabiduría. No necesitas exponer cuánto sabes para demostrar cuán espiritual eres ni para ufanarte de que eres más espiritual que otros.
Todos somos seres espirituales, somos uno, sin diferencias.
La espiritualidad desde dentro de ti
La experiencia espiritual no requiere de dioses ni religión. Ser devoto de una religión y creer en un dios son formas de vivir la espiritualidad, pero no son las únicas.
Puedes transitar tu camino espiritual sin aceptar ni negar la existencia de un Dios y sin seguir un dogma religioso.
Puedes hacerlo solo buscando conectar con lo superior desde tu esencia, sin miedo, experimentando en el camino todas las emociones hasta alcanzar un estado de plenitud y paz.
Si lo deseas, puedes guiarte por uno o varios maestros, pero lo fundamental es que vivas la espiritualidad desde dentro de ti, desde tus emociones y pensamientos, y siguiendo tu intuición y tu esencia.