A lo largo de la vida experimentas momentos que quisieras perpetuar, especialmente porque te hicieron sentir bien. Sin embargo, pasado un período te das cuenta de que no funciona, pero aún así te niegas a ponerle punto final.
¿Por qué?
Los ciclos son experiencias que surgen, se desarrollan y terminan, y, por tanto, debes culminarlas de la manera más sana, emocionalmente hablando.
Cada comienzo de año es una oportunidad para cerrar ese ciclo que te mantiene atada al pasado. No importa si se trata de una relación que ha sido profunda, donde hubo planes, buenos momentos, pero que por cualquier razón ya no funciona.
¿Cómo cerrar ciclos?
Cualquiera sea el ciclo que quieras cerrar, debes tener consciencia e identificar cómo surgió, que provocó su término, qué aprendiste de esto y cómo puedes mejorar para abrirte a una nueva experiencia.
Se trata de superar el pasado, estar consciente de que de no hacerlo, afectarás desde ya cualquier plan que tengas en mente, o sencillamente te negarás a que surjan nuevas experiencias.
Cerrar de manera armoniosa, aceptar lo que sucedió, extraer el aprendizaje o ganancia que te dio la experiencia, te permitirá concentrarte en tu presente y tener mejor disposición ante lo que está por venir.
Algunas claves para cerrar ciclos
Especialmente el cierre de ciclos en las relaciones te convoca a tener una madurez y una fuerza espiritual para poder concluir lo sucedido sin rencores, rencillas y con aceptación y tolerancia.
Si estás en esa encrucijada en la que debes dejar fluir pero te aterra el futuro, especialmente por lo desconocido, piensa e identifica qué es lo que te está anclando al pasado y hace que te niegues a cerrar el ciclo.
Identifica tus emociones
Ponle nombre a lo que sientes y busca las razones (rencor, incertidumbre, tristeza, inseguridad), este es el primer paso para saber cómo pasar la página.
Enfréntate al capítulo final
Así como una historia novelada por capítulos, mira ese ciclo que debes cerrar como si fuera un libro que ha llegado a su última página, recuerda lo bueno y lo malo que ocurrió y qué aprendizaje obtuviste.
Observa cómo te afecta
Haz un balance de lo bueno y malo que está dejando en ti esa relación, el impacto emocional puede dejar secuelas que te condicionarán el inicio de una nueva, especialmente si no la estás culminando de manera armoniosa.
Perdonar y seguir
El perdón es un paso esencial en el cierre emocional, no solo hacia la persona que te afectó, sino hacia ti misma; reconoce tus fallas y tómalas en cuenta para evitar repetirlas.
No te agobies por lo que vendrá
El futuro vendrá estés preparada o no, de manera que lo importante es que al cerrar el ciclo te sientas emocionalmente sana, para poder abrir las puertas a una nueva relación.
Busca ayuda profesional
Si sientes que el fin de esa relación afecta profundamente tu vida y no tienes herramientas para afrontarlo, busca a un especialista, las terapias te servirán para hacer un seguimiento más controlado de la evolución del cierre de ciclo.
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