Tener una relación de pareja requiere motivación, esfuerzo, empatía y una serie de condiciones que muchas veces van en contra de lo que hemos predicado o practicado a lo largo de la vida.
Las relaciones de pareja que se mantienen en el tiempo han superado desafíos de todo tipo, que han puesto a prueba la integridad, confianza y hasta la creatividad de ambos para sobrellevar la cotidianidad, la rutina, cansancio, el trabajo con los hijos.
A pesar de todo lo que implica una relación de pareja, nadie quisiera pasar por este mundo sin haber vivido la experiencia de tener un compañero, una persona que nos escuche, haga planes, se solidarice y tenga los mismos intereses que nosotros.
El éxito depende de ambos
Sin embargo, mantener una relación exitosa de pareja no es sencillo, y puede resultar todo un sufrimiento si no estás dispuesta a comunicarte, llegar a acuerdos, cediendo en algunos aspectos, si no se tiene un horizonte común o si te empeñas en que se haga tu voluntad a toda costa.
Muchas parejas pierden su norte y van haciendo de la relación una tortura, con discusiones, con falta de comunicación, suposiciones, juicios, que no son más que comportamientos aprendidos, porque fue lo que vieron en sus hogares desde niños.
Cuesta mucho desprenderse de esos comportamientos porque se hicieron costumbre; y si bien, a pesar de eso, la relación de nuestros padres se mantuvo durante toda la vida, no significa que en tu relación vaya a ser igual.
Algunas claves para mantener una relación de pareja
Lo primero que debes considerar es que la relación está compuesta por dos personas, es decir, dos seres emocionalmente distintos, con percepciones diferentes, reacciones disímiles y una lista larga de diferencias que deben respetarse.
De manera que, al conformar una pareja debes procurar integrar todos estos factores para tener una perspectiva integral de la relación e incorporar elementos como la aceptación, tolerancia, respeto y otros más como claves para el éxito de la relación.
Dedícale tiempo a la relación
Tener una pareja no solo implica compartir el lecho y tener relaciones íntimas; también está el tiempo de calidad que le des a tu pareja, entender sus necesidades, preguntar si está a gusto, observar qué le conforta, le anima, le disgusta o incomoda.
Escucha a tu pareja
Escuchar con atención cuando están hablando es una de las claves más importantes, pues se estará armando todo un mapa de inquietudes, demandas y necesidades desde el punto de vista emocional que debes entender e interpretar.
Puede ser que quiera estar a solas porque tiene determinado problema, y tú, al no entender la razón, pienses que ya no te ama o que perdió el interés en ti, y resulta que se trata de algo externo que nada tiene que ver contigo.
Por eso, debes prestar atención a lo que la otra persona desea, requiere, demanda de ti, más allá de lo material o sexual, simplemente emocional.
No impongas nada
Las relaciones se caracterizan por los acuerdos. Cuando vives en pareja debes dejar de imponer criterios o condiciones y establecer consensos en los que ambos asuman las consecuencias, sean buenas o malas, para evitar discusiones por quién tiene la culpa.
Evita ser controladora
El respeto al tiempo y al espacio del otro también es fundamental en una relación. No puedes controlar todo lo que hace la pareja, cada quien debe tener su espacio, su momento y su individualidad.
Ten confianza
La confianza es otro factor fundamental en una relación; jamás tendrás tranquilidad emocional si desconfías del otro o si supones que te engaña, miente o es una persona falsa.
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