Cuando te comparas con otras personas no te estás concentrando en ti misma, te alejas de tu propósito como ser espiritual.
Te crees inferior o superior a los demás porque la voz del ego te impide ver que eres un ser único, ni más ni menos que otras personas.
¿Qué pasa cuando te comparas?
Cuando te comparas con otros surge la envidia, la creencia de que no encajas en ninguna parte, el deseo de llamar la atención para hacerte notar, el drama y el sufrimiento.
El ego gana terreno como guía de tu vida: piensas y actúas en función de compararte y de lo que crees que debes ser para obtener aceptación o halagos.
Actúas de una manera que no te gusta, pero igual lo haces para encajar entre los demás.
Incluso te fijas objetivos que en el fondo aborreces o empiezas a tener anhelos que muy dentro de ti sabes que no son los tuyos.
Al comportarte de esta manera te alejas de tu propósito, de lo que eres y quieres.
Consecuencias de compararte
Compararte trae consecuencias porque estás siguiendo una voz que no es la de tu esencia.
Esa voz, que es la del ego:
Hace que pongas tu atención en los demás y no en ti.
Te convence de que todo es complicado y para qué intentarlo.
Busca que compenses tus supuestas carencias resaltando aquello en lo que supuestamente eres superior. Por ejemplo, si piensas que otra persona es más inteligente, dirás que no importa porque tú tienes más dinero.
Quiere que te motive la competencia y la revancha y siempre te hace desear más para que valgas tanto como los demás.
Te impulsa a hacer planes que no se corresponden con lo que quiere tu verdadero ser.
Te dice que debes creerte superior y comportarte como tal.
Todas estas actitudes y comportamientos te conducen al sufrimiento, y con sufrimiento no tienes paz. ¿Eso es lo que quieres?
Evita compararte, conócete
Compararte sabotea tu camino hacia el despertar de tu consciencia. Este despertar implica conocerte a ti misma y guiar tus creencias, pensamientos y acciones de acuerdo con lo que dicta tu esencia.
Obsérvate e identifica en cuáles situaciones y con quién te comparas, ve hacia dentro de ti y pregúntate por qué haces esa comparación, a cuáles de tus creencias está asociada y cómo te hace sentir.
Claves para no compararte
Reconócete y acéptate
El autoconocimiento te ayudará a reconocerte y aceptarte, a bajarle volumen a la voz del ego que te hace creer que eres inferior o superior a los demás.
Reconocerte y aceptarte te permitirá también reconocer y aceptar a los demás, dándote tranquilidad.
Experimenta y aprende
Si identificas que estás experimentando el dolor por causa de las comparaciones, trata de observar qué te está mostrando de ti misma la persona con la que te estás comparando.
Elige tu paz
Toma una decisión cuando te estés comparando con los demás: elige la paz en lugar del sufrimiento.
Sé sincera y pregúntate si en verdad deseas o necesitas lo que los otros tienen. Si miras con honestidad dentro de ti, la respuesta siempre será no, porque tú lo tienes todo.
Entonces, céntrate en ti, conecta con tu esencia que no es más ni menos que otros. Ve más allá del sufrimiento; acepta quien eres y lo que son los demás. Solo así estarás en paz.
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