Al referirnos a la fidelidad inmediatamente pensamos en el hecho de no traicionar a otra persona, a ser seguidor de una causa y a no abandonarla. Pero, ¿te has preguntado si eres fiel contigo misma?
La autofidelidad es un concepto que debes entender y practicar en todo momento de la vida y con todas las personas con quienes te relacionas, es la congruencia entre lo que eres y como te muestras.
Esa autofidelidad es tu entereza, y la forma como te manejas y plantas sobre la base de tus valores y creencias.
Solo siendo fiel a ti misma puedes saber ser fiel con los demás.
¿Cómo saber si eres fiel contigo misma?
Una de las formas de saber si estás siendo fiel contigo misma es observando tu comportamiento frente a las otras personas, amigos, compañeros de trabajo, hijos, pareja, situaciones.
Voltéandote a ver a ti misma.
Si te prometes hacer cosas por ti y no las cumples, no estás siendo fiel contigo misma.
Si finges ser alguien que no eres para agradar a los demás o ganarte su valoración, no eres fiel a ti misma.
Cuando pones primero los intereses de los demás buscando su aprobación sin importar cuánto te perjudicas, estás dejando de lado tu autofidelidad.
No sabes decir que no y te cargas de responsabilidades más allá de las que puedes manejar, también es un indicador de que no eres fiel contigo misma.
Te muestras atenta, servicial y bondadosa con quienes te rodean, pero eso te molesta e incomoda internamente.
No dices lo que piensas asumiendo que de ese modo puedes retener a tu pareja, por ejemplo.
Comienza a serte fiel
Para practicar la autofidelidad debes conocerte muy bien a ti misma, así que comienza por observar lo que dices y piensas y compáralo con lo que haces y proyectas.
Es posible que no estés practicando lo que predicas y por lo tanto te sientas incómoda e insatisfecha, pero no has identificado cuál es ese comportamiento.
Analiza tus sentimientos y observa si estás haciendo lo que quieres en realidad.
Cuando te autoevalúas estás conectándote contigo misma, buscando esa parte de ti que te hace consciente y por lo tanto enfocándote en lo que quieres para ti.
Si sabes quién eres inmediatamente sabes qué quieres y hacia dónde ir, esto hará que te mantengas firme para lograr tus propósitos, enfocarte y trabajar en ellos.
El logro de tus metas te hará sentir satisfecha y por tanto seguir siendo fiel contigo misma.
Quienes son fieles a sí mismos atraen personas fieles, y con ello un comportamiento más humano, sensible y empático, se trata de crear un círculo virtuoso que te haga sentir cómoda y feliz contigo misma.
Actúa y cambia las cosas que te molesten por muy pequeñas que sean, solo así podrás sentir que estás siendo fiel a tus principios y que esos pequeños cambios te harán más fuerte.
Muestra al mundo tu verdadero rostro, no el que los otros quieran ni el que te convenga porque atraerás la atención o te darán la razón.
Cuando evades lo que eres, tus principios y convicciones, solo por estar bien con el resto, sentirás que te estancas, que no fluyen tus planes ni tus relaciones, pues estarás concentrada en ser alguien que no eres.
En cambio, cuando eres fiel contigo misma tienes la sensación de que lo que te sucede es lo que estás esperando, es adecuado y contribuye a tu felicidad.