Uno de los miedos más frecuentes del ser humano es el miedo al rechazo, debido a que en ocasiones ha sido rechazado, como, por ejemplo, en la escuela, en su círculo de amigos, entre la propia familia, en el trabajo.
La mala noticia es que como todo miedo, es irracional y por lo tanto puede paralizarte, pero la buena nueva es que puedes trabajar en ello, enfrentarlo y superarlo.
El miedo al rechazo forma parte más de aquello que piensas que creen los demás. Es decir, ese miedo nace de ti y muy poco proviene de la acción de los demás.
Superar tu miedo al rechazo
Para superar tu miedo al rechazo debes hacer una introspección e indagar acerca de aspectos puntuales como por ejemplo:
¿Cuándo surge el miedo al rechazo?
¿Por qué me siento de esa manera?
¿Qué debo hacer para superarlo?
Vas a encontrar que parte de ese miedo al rechazo se debe a tus propias inseguridades. Por lo tanto, debes trabajar en tu autoaceptación.
Si tú misma no te aceptas como eres, estarás proyectando el rechazo en los demás y por lo tanto actuarás a la defensiva sin ser necesario.
Tú puedes lidiar con el miedo al rechazo
El miedo al rechazo no desparece de un día para otro ni en su totalidad, pues siempre surgirán circunstancias en las que vas a sentir ese temor a ser rechazada. Por ejemplo, por un proyecto laboral, una idea o cambio en tu vida o por un paso emocional que estés a punto de dar.
Sin embargo, quienes lo han superado, han tomado conciencia de que el rechazo forma parte de la cotidianidad del ser humano, y que al superar esa circunstancia crecemos y nos desarrollamos como personas.
Todo en la vida implica un riesgo.
El rechazo no debe ser considerado como algo personal, sino como parte de las circunstancias que rodean un hecho determinado, y de tus propias percepciones sobre tales circunstancias.
Sin miedo al rechazo
Cuando te hayas respondido las interrogantes de cuándo y por qué tienes miedo al rechazo, sabrás qué hacer para superarlo, y lo primero es enfrentarlo, sin pensar que se trata de algo personal.
Lo recomendable es que no huyas de esas situaciones, sino que las afrontes. Notarás que progresivamente vas superando el miedo y dándote cuenta de que el rechazo está en tu cabeza o es circunstancial y no tiene que ver contigo.
Evita la profecía autocumplida: esa situación que dibujas en tu cabeza como un hecho y que tú inconscientemente promueves que ocurra.
Si piensas que determinadas personas te rechazarán, seguramente actuarás a la defensiva, lo que a su vez inducirá al rechazo.
Utiliza el miedo como impulso
No cambies tu forma de ser ni tus ideas porque piensas que serán rechazadas, ni des tanta importancia y poder a lo que piensen los demás, pues eso te convertirá en una persona que no eres.
No permitas que la opinión de los demás te altere, te haga huir o te paralice, ni sacrifiques lo que eres por complacer a los demás.
Recuerda que tus opiniones o acciones pueden no gustarle a todos, y eso no puede representar un problema para ti.
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