Cuando hablamos de espiritualidad, por lo general, las personas la asocian con la religión, un templo, o con cualquier otro símbolo de la iglesia.
Sin embargo, no necesariamente es así, pues va más allá, abarcando la conciencia del ser, lo inmaterial e intangible.
Recuerda que todos somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal.
La espiritualidad es propia del ser humano, de su alma, de su esencia; pues a partir del nacimiento cada persona se proyecta, desarrolla y cumple su misión de manera única e inigualable.
Entonces, comenzar una vida espiritual realmente se trata de reconectar con tu espíritu, ese que ya eres, esa parte que ya está en ti y que quizás hayas olvidado.
Comenzar tu camino espiritual
Quizá no estés muy clara en cómo comenzar un camino espiritual, debido a que la información es vasta y confusa, además de lo imperativo de nuestro día a día que conduce por una senda pragmática, de acuerdo con los planes y mirando sin observar.
Sin embargo, cada quien tiene sus herramientas para comenzar a tener una vida espiritual, con disposición para entender, aprender y dejar a un lado los conflictos internos, conectándose con el yo y exteriorizando la esencia de lo que es.
Una vida espiritual comienza cuando reconectas con el ser interior, con lo que eres, aceptándote y proyectando esa aceptación sin miedos ni juicios, con tolerancia hacia lo que son los demás
¿Cómo iniciar una vida espiritual?
La espiritualidad no puedes delegarla en un tercero, es inherente a tu propio ser e integridad.
Por lo tanto, haciendo esa reconexión contigo, tomando consciencia, definiendo tu misión en la vida estarás emprendiendo un camino espiritual.
Revisa tu propósito
Todos tenemos un propósito de vida. Revisa si tu propósito está vinculado con tu esencia y si te está acercando a los demás sin expectativas, exigencias ni juicios.
Aprecia cada experiencia
Aprecia y agradece cada experiencia que vives. No hay equivocaciones con el plan de tu alma, toda experiencia que tienes, por más confrontadora y caótica que sea, te llevará a tu despertar al ayudarte a reconocer la esencia que habita en ti.
Ábrete a los cambios y valóralos
No te aferres a que todo tiene que ser como tú lo quieres según tus creencias. Todo en este mundo se transforma constantemente, acéptalo.
Todo cambio te enseña algo de ti misma, valóralo porque cada sacudida que sientas cuando algo se transforma es un aporte para tu crecimiento.
Sé consciente del momento presente
Hazte consciente de tus sensaciones físicas y emocionales en este momento.
Deja el pasado atrás, solo toma el aprendizaje que te dejó para incorporarlo a tu hoy y reencontrarte contigo misma.
Tampoco te centres en el futuro y en la ansiedad que te produce, recuerda que solo tienes este instante, aprovéchalo.
Practica la meditación
Meditar es una herramienta que te ayuda a estar aquí y ahora, olvidándote del pasado y evitando la ansiedad por el futuro del cual no tienes control.
Aquietar la mente y concentrarte en tu ser espiritual te dará fortaleza para afrontar la vida.
Confía en que está sucediendo lo mejor
Está sucediendo lo que tiene que pasar y es lo mejor para tu despertar.
Es imposible evitar las experiencias confrontadoras, pues estas son las que te darán el aprendizaje que requieres en el mundo terrenal.
Solo confía en que tu espíritu estará siempre a salvo y siempre será amado pase lo que pase.
Permítete fluir
No te empeñes en que las cosas tienen que suceder de una u otra manera.
Acepta lo que tiene que suceder porque es lo que necesitas. Verás como todo empieza a fluir en tu vida para mejor porque serás mucho más consciente de ti misma.
Hazte consciente de tus pensamientos y emociones
Ve en profundidad en ti, comienza a ser honesta contigo misma, para identificar los pensamientos y emociones que te causan sufrimiento y que hace que se manifiesten las experiencias que estás teniendo o repitiendo en tu vida.
Ponerte en contacto con tu espiritualidad es una decisión que te hará más consciente y te reconectará con tu esencia.
Es una decisión que te dará paz, así estés atravesando el peor de los caos en esta experiencia terrenal.