Mucho se ha hablado del despertar espiritual. En muchas ocasiones haciendo referencia a momentos y situaciones que no tienen nada que ver, pues no se trata de una meta que alcanzar. Tampoco de un estado al que llegan los seres especiales.
Pero, ¿qué es el despertar espiritual y qué importancia tiene en estos momentos?
Podemos comenzar diciendo que no se trata de una iluminación especial. No es un estado de perfección que alcanzan determinadas personas ni un privilegio de algunos.
Tampoco es algo que ocurre como una epifanía. No sucede cuando te aíslas del mundo y te mantienes como ermitaño tomando distancia del mundo material y del resto de las personas.
Nadie te da ni te quita el despertar espiritual
El despertar espiritual no te lo transmite un ser de luz, un religioso o un gurú.
Puede ser que algunas de esas personas que consideras especiales te sirvan de inspiración, pero siempre está en ti despertar espiritualmente.
Tampoco se trata de aislarse y encontrar de la noche a la mañana ese despertar. Es un proceso en el que estás comprometida contigo misma, dándote cuenta de la realidad y aceptando cada situación, sin querer cambiarla ni sentir desprecio.
Se trata de reencontrar tu propia esencia, de unirte a ella sin que signifique un sacrificio, una tortura o un sufrimiento. También de aceptar las circunstancias y por adversas que sean, abrazarlas y agradecerlas.
¿Cómo surge el despertar espiritual?
El despertar espiritual es un proceso de consciencia en el que progresivamente te vas aceptando tal como eres. Es decir, con tus errores y limitaciones, sin juzgarte ni rechazarte.
Esto ocurre en cada momento de tu vida cuando te abrazas con todas tus imperfecciones. No es ser indulgente ni estar resignada, es aprender a admitir que eres humana, con fallas.
Esa introspección y aceptación será la que evite que te maltrates, critiques y juzgues, poniendo de tu parte para mejorar y modificar tu conducta sin herirte.
Descubrir quién eres
En la medida en que más te conozcas, más descubres tus fortalezas y cualidades positivas: creatividad, amor, aceptación, pasión, agradecimiento. Lo mismo ocurrirá con quienes te rodean.
El despertar espiritual implica vibrar en una frecuencia diferente frente a los demás y en todas las circunstancias de la vida. Así logras ver lo mejor del otro, sin los velos que el ego te ha puesto a lo largo de la vida.
Esos velos son los recelos, la desconfianza, malicia, prejuicios, estereotipos, ira, soberbia, caprichos y muchos otros. A todos te has acostumbrado y, por tanto, te cuesta deshacerte de ellos.
Ego versus esencia
El despertar espiritual te hace consciente de los momentos en los que predomina el ego sobre tu esencia. Por lo tanto, de cómo superar esa forma de pensar y de actuar basadas en el ego.
Es posible que en tu despertar espiritual te sientas sola, porque estás vibrando en una frecuencia diferente a la de los demás. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente forma parte del proceso.
Sin embargo, en la medida en que avanzas, encontrarás a otras personas que vibren en tu misma frecuencia.
El despertar espiritual encierra, además de la búsqueda de la consciencia, la aceptación de que puedes ver las cosas de manera distinta, menos convencional, más amorosa y compasiva.
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