La honestidad es una de las cualidades que tiene mayor ponderación en la escala de valores, tanto sociales como individuales; las personas honestas se muestran transparentes y por lo tanto confiables.
Nadie se atrevería a hacer negocios o a confiar en una persona que miente abiertamente, o que haya quedado descubierta en cualquier situación; eso sería poco táctico de nuestra parte.
La honestidad de una persona abre puertas, permite estar en paz y atraer el respeto y el cariño de quienes te rodean porque también eres capaz de dar lo mismo; pero, ¿qué pasa cuando no eres honesta contigo misma?
La importancia de ser honesta contigo misma
Ser honesta contigo misma debe ser una premisa de vida, un objetivo que te llevará a definirte tomando en cuenta lo que eres a partir del autoconocimiento, de la autoexploración y con la mira puesta en lo que vas a lograr.
Cuando no eres honesta contigo misma estás inventando una vida que no tienes, eres una persona viviendo en una mentira. Los rasgos de tu personaje egoico son los que tienen el protagonismo.
Aunque puedas engañar a otros, incluso pretendas mentirte a ti misma, en tu interior sabes que no estás siendo honesta.
Esta deshonestidad se manifestará en inseguridad y en reacciones, hacia ti y hacia los demás, que te alejan de tu paz y te separan de las personas con las que te relacionas.
Razones por las cuales no eres honesta contigo misma
No aceptarte tal como eres y, por tanto, creer que otros no te aceptarán.
Dar más valor a la opinión ajena que a tu integridad interior, no puedes sentirte bien sin la aprobación de los demás.
Haber crecido en un ambiente en el que ser honesto consigo mismo haya generado rechazo en las personas allegadas.
Consecuencias de no ser honesta contigo misma
Toma en cuenta que mientras te alejas del rechazo mediante la falta de honestidad, te estás rechazando a ti misma y por lo tanto vives una falsedad de la cual te haces esclava.
Decir sí cuando quieres decir no, por temor a ser juzgada, es ceder a la exigencia de complacer a los demás siendo una persona falsa contigo misma.
Actúas en contra de tus deseos, pero intentas convencerte de que está bien o de que es mejor así.
Recuerda, nadie puede ser libre bajo la apariencia.
¿Cómo ser honesta contigo misma?
Haz una autoevaluación de lo que eres y lo que estás haciendo, pero con el estado anímico recomendable, es decir serenamente y en paz, sin dramatizar ni distorsionar la realidad, y sin buscar justificaciones.
Esta evaluación sobre tu honestidad la puedes hacer al comienzo de cada año nuevo o cerca de tu cumpleaños, días previos a esa fecha; manteniéndote en silencio y en soledad, para que observes y recapitules sobre tus acciones.
El resultado y la valoración de esa exploración interna te servirán para hacer ajustes; si hay problemas, si tuviste un fracaso, un revés por ser honesta contigo misma, lo importante es solventarlo, superarlo y seguir.
Lo que no se puede admitir es equivocarse y no aprender algo, o quedarse y renunciar a lo que eres.
Si aprendes de lo vivido, dejará de ser un error para ser una experiencia y un aprendizaje.