Cada persona, pareja, familia lleva el confinamiento por el coronavirus de manera única, con sus circunstancias particulares.
En el caso de las parejas, para algunas el encierro obligado puede ser un bálsamo y una renovación del amor y del enamoramiento, para otras una carga y un verdadero infierno.
Algunas personas podrían darse cuenta de que han estado viviendo con un desconocido, alguien que ya no reconocen.
Desafíos de la pareja durante el confinamiento
La comunicación, que es fundamental para la buena marcha de cualquier relación, se hace aún más necesaria.
La adaptación a una forma de convivencia que tal vez no era habitual: compartir las 24 horas del día y los siete días de la semana con la misma persona.
El respeto al espacio propio y del otro; aunque estén confinados en pareja, cada cual necesita su tiempo y lugar a solas.
La imposibilidad de evadir los conflictos que existían en la pareja antes de esta situación; las diferencias se hacen más evidentes y tendrán que enfrentarlas o estar condenados a sufrir mucho más.
La reaparición de heridas del pasado que vuelven porque no sanaron.
Revisar tu relación durante el confinamiento
Antes de revisar cómo va tu relación de pareja debes revisarte a nivel individual, conocerte a ti misma.
Revisar qué quieres en tu relación, qué has estado soportando, qué has estado callando por temor a herir y sentirte culpable, y qué decisiones has estado postergando.
Después de esta revisión, toma acción y habla con tu pareja.
¿Estás asumiendo tu responsabilidad?
La responsabilidad de ser feliz es tuya, no es de tu pareja. Si ambos se aman a sí mismos y son felices, comparten en pareja el amor y la felicidad de cada uno.
No pretendas que tu pareja llene tus carencias que lo más probable es que se basen en creencias erróneas sobre el amor y las relaciones producto de la crianza y de la cultura.
La persona ideal, sin defectos, capaz de hacer todo lo que tu mente ha soñado, no existe. Así como no eres la persona perfecta para nadie, ninguna lo es tampoco para ti.
¿Qué pasará con tu relación?
Puede que salga fortalecida después de la etapa de confinamiento, incluso si antes la relación no andaba del todo bien, o puede que decidan ya no estar juntos.
Si se comunican con sinceridad, podrán saber si:
Ambos quieren lo mismo: que la relación funcione.
Es posible encontrar una solución, llegar a acuerdos con compromiso y seguir adelante mejor que antes.
La ruptura es inevitable, y deben tomar la decisión de separarse.
¿Y si el otro no quiere?
Si sabes lo que quieres y lo que te gustaría, pero el otro no quiere lo mismo, ¿qué haces?
Plantéate estas preguntas: ¿estás siendo fiel a ti misma? ¿Te amas y te respetas? ¿Qué estás dispuesta a negociar y qué no en la relación?
En las respuestas sinceras hallarás la solución a qué hacer.
Si tienes que separarte…
No viniste al mundo a ser infeliz. Si la relación termina, entiende que tendrás un período de duelo y también será un aprendizaje. Lo superarás siendo congruente con lo que quieres para tu paz y tranquilidad.
No tiene por qué haber sufrimiento ni odio ni enojo si te amas y amas al otro, pues vas a entender que lo mejor es no seguir en una relación que les produce dolor y que no va hacia ninguna parte.
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Buenos conceptos para seguir adelante ....